Hoy me he puesto a escuchar los árboles,
tienen tantos abrazos olvidados en su tronco,
tantas lágrimas de amores muertos,
tantas esperanzas, grabadas a cuchillo
en la misma piel de su corteza.
Hoy he mirado hacia un cielo diferente,
he mirado al cielo de cuando niña
al de los sueños bellos
de un azul de vestido de princesa
limpio de nubes y de engaños
Hoy retuve el tiempo entre mis brazos
le arrullé con mimo y con susurros,
hoy le hablé de nuestro encuentro en el pasado
de las promesas rotas que no pudiste cumplir
porque el tiempo, como el agua,
se escapó de mis manos.
No me ofrezcas el beso envenenado
como el beso del discípulo que vendió al maestro
y se oculta entre velos de mentiras.
Hoy no quiero mirar tus ojos de cielos en tormenta
ni quiero ese beso de tus labios blandos.
© I.R.P.
