Quise vestir mis días de esperanza
desterré la noche, las brumas densas
y mis ojos se abrieron a una nueva luz,
a un nuevo mundo,
a un amanecer lavado en lágrimas
y el arco iris inundó el espacio ante mí,
fluyó la sangre con nueva fuerza
y grité a los vientos que estaba viva,
que todo empezaba en ese día, en cada día,
y alcancé la paz que antes no hallara
y en la paz respiro mi nueva esperanza.
© I.R.P.
2 comentarios:
Felicidades por ese nuevo renacer. Qué tu esperanza sea fructífera y jamás se marchite.
Un beso ._.
Teresa.
A mi hija le encantan las fotos de tus gatos.
Muchas gracias Tere; es un viejo poema, de otros tiempos, de otros pesares ya superados, pero es un buen remedio para tristezas nuevas, para recordar que cada día amanece para nosotrospara todos.
Díle a M. que cuando quiera los puede conocer y jugar con ellos.
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