16/6/09

Cuando pase la noche


Cuando la noche pase
y mis brazos se llenen de vacío,
cuando llegue otra mañana
plagada de ausencias,
aunque estés lejos,
estarás a mi lado
y seré feliz.

A través del aire
me llegará tu aroma
y con ella los recuerdos.


Cuando la noche pase
y no te tenga,
cuando llegue el alba
y se rompa el misterio,
vagaré en tu busca por el parque dormido
para decirte adiós,
mientras lloro en silencio por tu marcha,
mientras lloro porque yo,
seguiré esperando tu regreso
que nunca llegará.

© I.R.P.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No siempre la memoria es la mejor compañera de viaje. Porque no siempre los recuerdos nos devuelven a un estado de felicidad, más bien todo lo contrario. Por la pérdida; siempre por el sentimiento de propiedad que atesoramos profundamente y del que no somos capaces de separarnos jamás.

Anónimo dijo...

Por cierto, me encanta volver a leerte después de tanto tiempo.

Luci_ernaga dijo...

Pero tampoco podemos dejar de lado los recuerdos; por mucho que nos empeñemos, asaltarán nuestro pensamiento y volveremos a revivir los hechos que nos marcaron y nos traerán de vuelta a quienes dejamos atrás.
Tal vez por eso en este poema hablo de la ambivalencia de sentimientos que podemos experimentar ante un mismo hecho.

P.D. Sé que dejo pasar mucho tiempo sin escribir, pero es el tiempo el que, precisamente, esclaviza mis deseos de hacerlo más amenudo.
Gracias por dedicar un tiempo para mí.

Bastet dijo...

Bonito blog. A pesar de la nostalgia y los recuerdos, la vida continúa y nunca se detiene. Así debemos actuar también nosotros. Un abrazo, amiga :)

Patricia K. Olivera dijo...

que hermosas letras Luciernaga!!
Un gusto haber llegado hasta aquí a través de Alas en Azul.
Desde ya me sumo a tu lista de seguidores y te invito a visitarme en http://mismusaslocas.blogspot.com, serás bienvenida!!

Es un placer leerte, seguiré navegando entre tus letras.

Un abrazo!!