28/12/08

Me marcharé


"Están mis sueños desnudos de ilusión
y en el silencio nocturno
buscan el calor de tu recuerdo".




Me marcharé despacio
cualquier día,
me marcharé en silencio,
desnuda de pesares y de cargas,
vestida tan sólo de recuerdos.

Me marcharé...¿quién sabe?
cualquier día,
a encontrar el lugar con el que sueño,
a escuchar melodías olvidadas,
a encontrar los susurros del misterio.


©I.R.P.

La rosa de los recuerdos


Se escapó la emoción
en un momento de muerte;
se perdió en la noche eterna
del suspiro sin respuesta,
del abrazo frío,
que atraviesa el dolor ingrato
de la espina que guarda
la rosa de los recuerdos.
©I.R.P.

6/12/08

Sueños rotos




No se pueden restaurar los sueños rotos,
como no se recoge una lágrima derramada,
ni una ofensa hecha en un segundo,
ni se desandan los pasos caminados.

No se recupera un alba mientras duermes,
ni se atrapa al agua entre las manos,
ni puedes guardar el aroma del campo en tu diario,
ni conservar el sabor de un beso del pasado.

No se construyen futuros sin cimientos,
ni avanzamos si dejamos pasar el tiempo
en que el próximo tren haga parada,
y el reloj de la vida siga latiendo.

Hay que gozar con sueños nuevos,
dejar atrás sueños añejos,
con sabores rancios y lágrimas secas,
que marcaron la senda de amores muertos.

©I.R.P.

5/12/08

AMNESIA





Existe un lugar en Haina llamado el Paraíso de Dios. Una docena de fábricas, una refinería de petróleo y una planta de reciclado de baterías, lo convirtieron en el principal núcleo industrial de la República Dominicana. Hasta allí llegaron muchas familias huyendo del duro trabajo de los campos de caña de azúcar, café o tabaco.
Existe una escuela en este paraíso, pero los niños que van a ella están enfermos. Algunos tienen malformaciones congénitas; otros sufren dolores de cabeza, vómitos, retraso en el crecimiento y trastornos del aprendizaje... otros no tienen memoria. Los residuos de plomo de la planta de reciclado contaminaron la tierra y el agua. Años después la planta fue clausurada, a pesar de que era parte del progreso que los gobernantes les habían prometido. Pero los pequeños habitantes del Paraíso de Dios continúan con la lenta agonía que les llevará a una muerte segura, porque sus gobernantes no han retirado la tierra envenenada, ni han evacuado la zona. Les han olvidado, como olvidaron decirles que el progreso tenía un precio que habrían de pagar los más débiles, los más desfavorecidos. Hoy Haina es el lugar más contaminado del planeta y es conocida como "la ciudad de los niños sin memoria".
Al conocer esta triste historia comparé ese lugar con mi pueblo y recordé sus plantas de residuos sanitarios, de reciclado de basuras; visualicé la cercana factoría de Repsol Butano, las contaminantes chimeneas de las industrias que lanzan humo noche y día, percibí el nauseabundo olor que enrarece el aire de nuestra localidad ...
Hoy sentí tristeza por los habitantes del Paraíso de Dios, por sus niños sin memoria y maldije la amnesia de su gobierno. Hoy comencé a recelar de nuestros gobernantes y de su empeño por traernos más progreso y me he preguntado si acabaremos siendo un pueblo sin memoria. Si acaso ya lo somos.


© I.R.P.

2/12/08

Ante el espejo




Parada ante el espejo siento todo el peso de una culpa que ya nunca me abandona. Me dice que he fallado a todos, que le he fallado a él, sin embargo a quien he fallado es a mí.
Me acusa de hacerle daño y, aunque estoy segura de que no es cierto, él muestra ese gesto de persona agraviada, que he llegado a odiar. Me hiere en lo más hondo cuando me acusa de desamor y de amargarle la vida, mientras dice quererme más que a nada ni nadie en el mundo.
No quiero ese amor; no quiero ningún tipo de amor. Quiero vivir en paz, sola, sin nadie a quien servir, ni nadie que, constantemente, me haga sentir culpable de no querer ser un objeto al servicio de cualquiera.
Pero aún no tengo fuerzas para enfrentar esa batalla ¿dónde iría después? Al fin y al cabo dependo de él. Tal vez lleve razón al decirme que mi tren pasó y lo dejé escapar. Quizás mi ego me ciega y no me deja ver cómo soy realmente y por eso me niego a aceptar la imagen que él me presenta.
Ahora he de ensayar esa sonrisa que muestra al mundo una felicidad ficticia. He de esconder mi cansancio, el asco que siento de mí misma, por no tener coraje para decir ¡basta ya!
Es difícil sonreír cuando te sientes cada vez más ultrajada, más objeto y más triste, pero aún es más difícil que los demás descubran que ese ser encantador que vive junto a ti, es un terrorista doméstico; un monstruo que te destruye poco a poco, que te anula en nombre de un amor que no es otra cosa que un enfermizo afán de poder.
Es terrible cuando un loco te dice que has perdido la razón y es casi imposible sonreír cuando te sientes muerta.

©I.R.P.

Palabras como dardos



A veces me pregunto por qué utilizamos las palabras como dardos, cuando deberían ser una mano tendida al entendimiento entre los seres. A veces me pregunto por qué usando el mismo albafeto parece que habláramos en diferentes idiomas.
A veces me pregunto por qué el hombre se está olvidando de hablar con los demás y se encierra en esa urna de cristal que, en vez de protegerle, se convierte en su cárcel.
¿Por qué nos acaba siendo más fácil mentir a alguien que decirle una verdad que puede sacarle de su error? ¿Por qué disculpamos nuestras mentiras escudándonos en ponerle mil adjetivos que las hagan más livianas y sin embargo nos sentimos traicionados cuando alguien nos miente, por no decirnos una verdad que no queremos escuchar?

©I.R.P.

1/12/08

Silencios


He encontrado tu poema desgarrado,
sentido tu dolor y sufrimiento,
me ha llegado hoy tu llanto y tu lamento;
me ha marcado el saberte desgraciado.

Por tu rostro yo no había sospechado
que me amabas y que era tu tormento
y gozaba cada día del momento
de otro verso que me habías dedicado.

Tú, poeta, que me amabas, ya te has ido
en silencio, de puntillas, me dejabas
y esos versos que hoy sin ti he releído

han logrado lo que tú más deseabas.
Siempre fuiste mi amor, el más querido
y hoy yo grito lo que tú antes callabas.


© I.R.P.

Silencio


Escucho al silencio
que me habla...
nadie lo oye,
mas yo lo siento.

Escucho al silencio
que me llama...
nadie reponde,
sólo yo entiendo.

Espera silencio
mi respuesta.
Escucha tú esta vez
a mi silencio.

© I.R.P.

29/11/08

Junto a tí





Junto a ti cada día,
cada amanecer,
cada ocaso.
Dando pasos por la senda
de la vida soñada;
siendo eterna primavera,
siendo, por siempre,
el sol naciente.
Porque el recuerdo
permanece vivo en mi alma,
porque el beso sabe, como siempre,
a fuego en mi boca,
a pasión creciente.
Porque este otoño que viste mi mirada
no empaña la visión de mi recuerdo,
del eterno sueño de ser tuya.
Se quedó grabada la promesa
en mi memoria
y el recuerdo de ese amor,
me acompaña en el descenso
de esta vida anclada
en el mar del fracaso.


© I.R.P

27/11/08

La espera



Sentada en la penumbra silenciosa,
sujeta el corazón que se acelera
mientras resta minutos a una espera
ora lenta, ora ya más presurosa.

En su boca sonrisa temblorosa,
en sus ojos ajada primavera
y en su pecho un suspiro la aligera
del peso de esa ausencia dolorosa.

Ahogada por el miedo y por la pena
se abraza cuando él abre la puerta
y ve grabado el odio en su mirada.

No espera una respuesta a su llamada,
tal vez, si es que le llega, esté ya muerta
y habrá finalizado su condena.


© I.R.P.

Siempre es ayer


Me gusta el color sepia, porque sabe a añoranza, a olor de besos

olvidados, a lección primera. Me gusta el sepia porque muestra

aquello que fui; porque me recuerda lo que nunca seré. Me gusta

el sepia y el verde, y el azul; me gusta el blanco y el negro.

Me gusta la música y el silencio. Me gusta la soledad y me gusta,

sobre todas las cosas, saber que siempre estarás a mi lado.

© I.R.P.